La desproporción de Dios

A los pocos años el marido de Teresa encontró trabajo, y ella, agradecida por la ayuda recibida, cumplió su promesa. Es más, la acción social de la congregación se le quedó pequeña, y puso en marcha una iniciativa de ayuda a familias necesitadas y, entre otras cosas, con los años, hizo un comedor social en el barrio de San Blas.